
Hoy por hoy pocos nos imaginaríamos un combate de boxeo sin guantes. Dejaría de ser un deporte de contacto honorable para convertirse en una simple pelea callejera más. Pero hubo un tiempo en el que el boxeo se libraba de una manera algo más salvaje y el guante de boxeo brillaba por su ausencia.
EL BOXEO, UN DEPORTE TAN ANTIGUO COMO LA HUMANIDAD
Las artes pugilísticas son tan antiguas como el hombre. La necesidad de medirse competitivamente y la de luchar siempre han estado en nuestra naturaleza. Y el hacerlo a puñetazos siempre ha sido la forma más natural de hacerlo. Durante milenios, el boxeo sin guantes era la única forma pugilística existente.
Es difícil, por no imposible, precisar cuándo se inventó el boxeo. Existe constancia histórica de que ya hacia el año 4000 a.C. en el norte de África predominaba una forma de lucha muy similar al boxeo sin guantes. Aunque no es hasta la Antigua Grecia, hacia el siglo VII a.C. en que el boxeo comenzó a instaurarse como auténtico deporte.
En las antiguas Olimpiadas, los griegos practicaban el pygmachia, una forma de lucha a golpes en las que los púgiles entrenaban con unos sacos de arena llamados korykos y peleaban con unas correas de cuero que protegían sus manos, sus muñecas y, en ocasiones sus antebrazos. Estos primeros guantes de boxeo llamados himantes, estaban más pensados para evitar los daños en las manos del luchador que en otra cosa. Y cuenta la leyenda que, según Clemente de Alejandría, su inventor fue Amycus, rey de Anatolia e hijo del dios Poseidón.
Unos siglos más tarde, los gladiadores romanos actualizaron el himantes griego añadiéndole piezas de metal en los nudillos con la finalidad de hacer más daño al oponente. Era el caestus, un puño de hierro aún más alejado de nuestro guante de boxeo y que era usado en el pancracio, una especie de arte marcial practicado en la arena.
25 SIGLOS DESPUÉS, APARECEN LOS GUANTES DE BOXEO
La palabra boxeo no empezó a usarse hasta el siglo XVIII en Inglaterra. Era un concepto utilizado para diferenciar las simples peleas callejeras de las luchas bajo unas reglas establecidas. Aunque durante bastantes años, esas reglas eran bastante escasas. Al menos en cuanto a los guantes de boxeo se refiere. No se consideraban necesarios.
Hasta que a mediados de siglo, Jack Broughton un púgil harto de recibir golpes en la cara, y que había matado a un adversario a golpes, inventó el primer guante de boxeo acolchado.
Durante los años siguientes, la moda de los guantes de boxeo de Broughton, junto con las recién creadas reglas de Queensberry se fue imponiendo en los rings. Aunque los combate de boxeo sin guantes siguieron celebrándose. De hecho, el último combate entre pesos pesados se celebró el 7 de febrero de 1882, en la ciudad de Mississippi en los Estados Unidos.
Desde entonces, los guantes de boxeo no han vuelo a bajarse de los rings.